miércoles, 10 de agosto de 2011

La Conjuntivitis


La conjuntivitis es una inflamación de la conjuntiva, generalmente causada por un virus, bacterias o una alergia. La conjuntiva puede resultar inflamada debido a una reacción alérgica al polvo, el moho, la caspa animal o el polen, y puede verse irritada por la acción del viento, el polvo, el humo y otras clases de agentes que producen polución del aire. También puede sufrir irritación debido a un resfriado común o un brote de sarampión.
La luz ultravioleta de una soldadura eléctrica de arco, una lámpara solar o incluso la intensa luz solar reflejada en la nieve pueden irritar la conjuntiva. En ciertos casos, la conjuntivitis puede durar meses o años. Esta clase de conjuntivitis puede ser causada por procesos en los que el párpado se tuerce hacia fuera o hacia dentro, problemas con los conductos lagrimales, sensibilidad a ciertos productos químicos, exposición a sustancias irritantes e infección causada por una bacteria en especial.
La conjuntivitis se puede contraer si la persona que la padece ha estado en contacto con manos o toallas infectadas. Las infecciones pueden tener un origen viral, o bacteriano. Este último se produce por una acumulación de bacterias en el ojo que pueden proceder de cualquier otra infección producida en alguna zona del organismo. También puede ser una irritación causada por agentes químicos, viento, polvo, humo o cualquier otro tipo de polución ambiental.
Desde Vissum recomendamos empezar, limpiándose los ojos, quitando las secreciones con un paño limpio, agua hervida tibia o suero fisiológico estéril. El tratamiento puede ser la administración de colirio, pomada o gel antibiótico. Para mejorar la conjuntivitis alérgica o vírica, sin embargo, lo más efectivo es el uso de gotas oftálmicas con corticosteroides, que nunca deberán utilizarse en el caso de que la infección se haya producido por herpes, ya que los corticosteroides empeoran la infección.

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